LA SODOMIZACIÓN PERMANENTE. !Al loro!
No es este el sitio para escribir pornografía y yo no voy a hacerlo,
pero necesito explicar por qué en estos instantes de precampaña, de
campaña oficial y de post campañas del orbe político desde que tengo
uso de razón, la cosa me empieza sonar a la intención de perjudicar las
partes más íntimas allá donde la espalda pierde su honesto nombre.
¡Todos los candidatos nos aman tanto! Es lujuriosamente sospechoso.
Voy a ver.
Hoy por todo el día he resuelto dar una vuelta por los titulares de
casi todos los diarios, de leer las declaraciones de los candidatos y
para postre me he sometido a una dieta de tertulias, con objeto de
deglutir los platos que cocinan para nosotros la mayor parte de los”
master chefs” de la política actual en varios niveles geográficos.
Las promesas, las insinuaciones, las declaraciones solemnes y la
realidad-algunas de cuyas perlas se deslizan en otras áreas de los
medios. ¡Se contraponen!
Creo que si digo que quieren seducirnos a cualquier precio no me
equivoco. ¿Será eso lo que deben hacer? ¿No saben hacerlo de otra
forma? ¿Hay otra forma?
Pongo por caso el que hay promesas de bajadas de impuestos y por otro
lado se dice lo contrario, porque las infraestructuras nacionales -o
como haya que llamarlas-están deterioradas o necesitan una renovación y
así el ministro correspondiente asume que no pueden bajarse los
impuestos.
Se promete no parcelar España y leo que los vascos se apresuran a
trabajar en algo que llaman territorialidad que por cierto incluye
Navarra, algo de Cantabria y un poco de Burgos.
¿Será por los votos prometidos a quién sabe quién?
Se habla de no permitir los desahucios y se ignora que la Justicia
Europea da libertad a los bancos para la ejecución cuando haya tres
impagos, aunque exista alguna cláusula abusiva.
Leo que en 2012 nadie se creía las cifras de la banca española y
nosotros esperando a que salieses el Sol y haciendo fotos bonitas; los
que mandaban y mandan juegan al escondite con nosotros.
Es como el Sol que sale, aunque las nubes lo tapen.
Ahora hablan y hablan y han aprendido a hacerlo casi sin respirar.
Yo he presenciado al desaparecido Manuel Fraga- el que tenía, decían,
el Estado en la cabeza, consumir un metro cuadrado de canapés, antes de
comer, al tiempo de dar dos conferencias de prensa, mejor una en
francés y español.
¡Qué tío! La calle era suya y el canapé también.
Sospecho que alguien o todos desean que comulguemos con las ruedas de
molino de los mítines y sin embargo no cesan los insultos, las
promesas, los viernes sociales de los decretos y la   oposición
amenazando con desactivarlos.
Me duele la cabeza de tantas siglas, de tantos nombres nuevos, de tipos
que pagan, dicen, para estar en una lista.
La pregunta de a quién votará usted queda siempre en el aire. Soy un
indeciso y al tiempo me da miedo este juego. ¿Lloverá este fin de
semana?